El contexto de la crianza y algunos roles de los padres han cambiado los últimos años.
La vida moderna, el ambiente frenético de las ciudades, más mujeres en el trabajo, menos tiempo en la naturaleza, más tiempo en centros comerciales (mall), menos redes de apoyo y familiares cerca, más tiempo en carreteras esperando llegar a casa, más tablets, televisores, canales de youtube con canciones mediando nuestra interacción.
Todo lo anterior se traduce en menos tiempo y más estrés. ¿Pero cómo se puede disfrutar más de la crianza con la vida moderna si tenemos poco tiempo para nuestros hijos, pasamos corriendo de un lado a otro?
Ahora preguntate ¿Cómo puedes ser «el mejor padre/madre que TU puedes ser»? Recuerda que pretender ser perfecto y seguir recetas, te podría conducir a más tensiones y estrés. Que tal pensar enfocarse mejor en “tener momentos perfectos”.
Conviértete en un identificador de momentos perfectos, vívelos, conéctate con esa experiencia e intenta maximizarla. Si mientras estas con tus hijos los vistes, bañas, comen estas pensando en todo lo que tienes que hacer durante el día te vas a perder de momentos perfectos.
Cuando las personas están bajo constantes nivel de estrés, activan el piloto automatico alejándose de vivenciar el momento presente y a su vez empañando y tiñendo con percepciones negativas momentos que pueden ser imperfectamente perfectos!
El estrés es parte de esta vida moderna y frenética, pero ojo! Ten tu medidor de estrés bien activo, ya que en niveles moderados puede ser súper útil, pero cuando se vuelve crónico, agudo y prolongado las relaciones a nuestro alrededor se vuelven toxicas y con estos nuestra salud mental y la de nuestros hijos se pone en riesgo (Abidin, 1995)
La vida es imperfecta, pero ¿puede existir momentos perfectos? Claro que si, muchos pueden serlo! Eso depende de nuestra actitud, una buena dosis de positivismo, flexibilidad, espontaneidad ayudan a ser un experto detector de momentos perfectos con nuestros hijos.
En las situaciones más inesperadas, momentos más complicados y desconcertantes encontrarás uno de ellos! Ahora es necesario que te detengas, sientas, vivifiques la experiencia y las atesores.
¿Suena demasiado difícil? No es difícil, pero si requiere de practicar ver más allá de lo que estamos acostumbrados para esto hay que salir de la queja, de la culpa, de lo dramático y sobre todo regular nuestro estrés. Los momentos perfectos suelen estar en las cosas pequeñas sutiles, simples que suceden todos los días.
Ahora te invito que juegues a ser un detector de momentos perfectos…
- Detecta expresiones: Una sonrisa tranquila, una cara radiante o una sonrisa traviesa. Solo al observar estas expresiones tu cerebro está liberando sustancias químicas que te ayudan a sentirte bien, como dopamina, endorfinas y serotonina. Su sonrisa es una invitación abierta para entrar en su mundo y compartir esos momentos con él.
- Intensifica y maximiza las sensaciones táctiles: No olvides la importancia del contacto físico, un abrazo, un toque sutil suave y compasivo. El contacto físico con nuestros seres queridos activa en ti y en tus hijos una sustancia química llamada oxcitocina, la cual favorece el bienestar emocional, genera tranquilidad, tiene un potencial efecto sedante y vincular.
- Detecta una acción. Por ejemplo cuando tu hijo muestra responsabilidad, cuidado, bondad, esfuerzos. Tu gesto de amor, palabra de aliento y orgullo maximizaran el momento convirtiéndolo en un “momento perfecto”.
- Descubre momentos divertidos. La risa y el humor son los que llenan tu hogar de alegría y alegría, son la mejor arma para luchar contra el estrés. Permite que tu niño interno salga y deja que la espontaneidad emerja y maximiza ese momento.
- Ríete de los errores o equivocaciones. Los niños están aprendiendo para ellos todo es nuevo, así que si se equivocan mostremos una actitud cálida y relajada ante los posibles errores que se comentan. Comenta una experiencia donde a ti también te haya pasado algo similar y ríanse juntos de la experiencia.
- Las rutinas.Pueden ser un poco sofocantes y repetitivas, intentar seguirlas con variantes divertidas como Ej Imitar una voz diferente y divertida para recordar el lavado de dientes, o hacer cosquillas mientras los ayudas a vestir, ponerte unas gafas e imita ser el señor protector de los dientes limpios y fuertes.
- Detecta logros y esfuerzos: Felicitar los logros es tan importante como exaltar los esfuerzos sin importar tanto si se llega o no a la meta. Recuerda que de la persistencia se logran los fines, así que si hoy das valor al esfuerzo ayudaras a construir la constancia (Dweck, 2006). Ej, si está armando un puzzle (rompecabezas) felicítalo no solo cuando lo termine sino en el proceso y esfuerzo de llevarlo a cabo. O cuando veas a tu hijo estudiar resalta y reconoce su esfuerzo “se que estás cansado y estás haciendo un esfuerzo”, evita solo enfocarte el resaltar la meta ej. Solo lo felicitas cuando trae calificaciones altas.
Así que si nos enfocarnos en los maravillosos momentos de la vida cotidiana, los maximizamos y convertimos en momentos perfectos, la percepción de competencia parental tendrá más posibilidades de aumentar y con ello nuestra participación de calidad (McBride, 1991).
Estos son solo algunos ejemplos para detectar momentos perfectos. Cada familia, padre o madre tienen un estilo de momentos perfectos. ¡Buscarlos! ¡Detéctalos! ¡Maximízalos! y ¡Celebralos!!!
REFERENCIAS
Abidin R (1995) Parenting stress index 3rd edition: Professional manual. Psychological Assessment Resources, Inc, Odessa, USA.
Bakermans-Kranenburg MJ, Van Ijzendoorn MH, Juffer F (2003) Less is more: meta-analyses of sensitivity and attachment interventions in early childhood. Psychological Bulletin 129: 195.
Sroufe LA (2005) Attachment and development: a prospective, longitudinal study from birth to adulthood. Attach Hum Dev 7: 349–367.
McBride BA (1991) Parent education and support programs for fathers: Outcome effects on paternal involvement. Early Child Development and Care 67: 73–85.
Arundhati Swam“There are no Perfect Parents, only Perfect Moments” en www.parentcircle.com. Consulta el 20 de Septiembre del 2018