Los seres humanos somos seres emocionales, tomamos decisiones basadas en lo sentimos o deseamos, las emociones nos impulsan y encausan en proyectos y nuevas metas por cumplir cada día.
En la escuela muy poco se habla de ello, pese a su gran importancia. Los docentes no son entrenados ni formados en educación emocional, no se les forma en competencias emocionales que le permita ayudar a los niños a gestionar sus propias emociones o a afrontar situaciones emocionalmente intensas en la sala clase, ellos aprenden de la practica, acuden a psicólogo escolar, al encargado de convivencia o actúan según la experiencia. Muy pocas herramientas se les dan a los docentes, no se les forma en ello.
En los últimos años, la investigación en el campo de la educación emocional, regulación emocional, desarrollo de competencias emocionales, aprendizaje socioemocional, empatia estan en auge, algunas de estas investigaciones han demostrado que implementar un plan de trabajo, actividades, talleres que fomenten estas competencias tiene un impacto positivo en en la calidad de vida de los estudiantes, mejora en sus relaciones y potencia el aprendizaje (Durlak et al., 2011; Zins et al., 2004; Smith et al., 2018).
Existen distintos modelos de competencias socioemocionales entre los que se pueden considerar los iniciales de Salovey y Mayer (2004) y más actuales como el de Marc Brackett (2019). En todos ellos se considera hacer conscientes nuestras emociones, darles nombre, poder hablar sobre ellas, desarrollar su auto-regulación, ser capaces de reconocerlas en los otros y manejarnos socialmente.
A continuación detallo algunas acciones o actividades que pueden implementarse en el sala de clase y fomentar las competencias emocionales
1. Iniciar la jornada de clases con buena actitud. Ejemplo con un buen saludo, mensajes positivos o un pequeño espacio de conversación grupal sobre lo que sienten o ha sucedido en sus vidas durante la semana.
2. Tener al menos una sesión de juego. Ejemplo, aprender jugando, competencias, mover el cuerpo con ritmos.
3. Ampliar vocabulario sobre los diferentes estados emocionales, dedicar una semana o un día a una emoción. Ejemplo, nostalgia, esperanza, enojo, frustración etc. ir más allá de triste y feliz. Trabajarlos con cuentos, teatro, títeres, literatura etc
4. Mantener un buen vínculo entre el niño y el profesor es LO MAS IMPORTANTE. Transmitirle a los niños o adolescentes lo importantes que son, expresando el cariño y aprecio genuino hacia ellos.
5. Cuando sucedan situaciones difíciles (enojos, romper normas, peleas, bajo rendimiento). Tomarse unos minutos para hablar de forma privada, conocer lo que los niños o adolescentes piensan de la situación, indagar en lo que sienten, conocer sus hipótesis sobre lo sucedido y construir soluciones juntos.
Bibliografia
Salovey, P., Mayer, J., & Brackett, M. (2004). Emotional Intelligence: Key Readings on the Mayer and Salovey Model. Florida: Natl Professional Resources In
Smith, E. N., Romero, C., Donovan, B., Herter, R., Paunesku, D., Cohen, G. L., Dweck, C. S., & Gross, J. J. (2018). Emotion theories and adolescent well-being: Results of an online intervention. Emotion, 18(6), 781-788. http://dx.doi.org/10.1037/emo0000379
Durlak, et al (2011)The Impact of Enhancing Students’ Social and Emotional Learning: A Meta-Analysis of School-Based Universal Interventions. Child Development.82, 1, p405–432.
Brackett, M (2019 )Permission to Feel: Unlocking the Power of Emotions to Help Our Kids, Ourselves, and Our Society Thrive.
Zins, JE, Weissberg, RP, Wang, MC, y Walberg, HJ (Eds.). (2004). Construction academic success in social and emotional learning: What does research say? Nueva York: Teachers College Press.